Opern

http://operitas.blogspot.com.es, 23. April 2014
Hasta la noche de ayer no había disfrutado yo plenamente del Lohengrin wagneriano. Sí, me divertí mucho con la puesta en escena de Konwitschny para el Liceo en el año 2000, pero lo que es musicalmente hablando, siempre me había resultado, pese a momentos bellísimos, una ópera larga y árida.
Pues anoche la disfruté como un enano, mira tú. Y es que la conjunción de intérpretes, coro y orquesta estuvo tan acertada que acabó siendo una velada operística realmente emocionante.
El principal artífice: Hartmut Haenchen al frente de la orquesta del Teatro Real, haciéndola sonar a las mil maravillas, recreándose en los momentos más líricos y rotunda pero sin estridencias en los más potentes. Una gozada.
El coro, tan importante en esta ópera, estuvo también a una grandísima altura, sobre todo el masculino, demostrando que no hace falta gritar para cantar en forte. ...
Ea.