ABC/ C. Valenciana, 19. April 2011
ABC/ C. Valenciana, 19.4. 2011 (www.abc.es)
Intensa y emocionante Quinta de Mahler
El ciclo mahleriano vivió el pasado viernes una de sus jornadas de gloria con una deslumbrante «Quinta» protagonizada por la Orquesta de Valencia, sus enormes músicos y por un especialista como es Hartmut Haenchen, que incluso trabaja con una edición propia del corpus sinfónico mahleriano. Una versión a tumba abierta, con apenas espacios para el respiro, y a la par transparente pudiendo degustarse con nitidez las complejas tramas, voces internas, frases que van desgranando esta extraordinaria partitura, y que redescubrimos una y otra vez con las grandes versiones.
Imposible alcanzar este propósito si no se dispone de grandes músicos. Los tuvo Haenchen en una formación, la Orquesta de Valencia, totalmente entregada a una dirección rigurosa, clara y siempre confiada en la formación. Una vez más nos llegó a sobrecoger la maestría de la trompista María Rubio con un tercer movimiento —qué extraordinario pasaje— fabuloso, con unos contrastes dinámicos inverosímiles entre el forte más redondo y de inmediato el piano más sutil. Mencionar también a los solistas de trompeta y trombón. No le fue a la zaga a lo largo y ancho de la partitura el sensacional trabajo de Javier Eguillor en los timbales con una coda avasalladora. Seguiríamos el camino por cada una de las familias hasta mencionar al casi centenar de músicos, todos braveados a la finalización.
La versión del maestro Haenchen es incendiaria. Cargada de voltaje e intensidad, empleando tempi más bien ligeros, circunstancia que quedó más patente si cabe en un adagietto de los más veloces —sin hacer decaer su hondura y lirismo— que hemos disfrutado en el Palau.
Salvo algún desliz, perfectamente comprensible en una obra de esta complejidad, la versión fue impecable, luciendo la orquesta un sonido poderoso, pleno —nunca estridente— y de ello el enorme éxito. Debe invitarnos a reflexionar que piezas maestras de la música, en interpretaciones tan memorables, por las razones que sean, únicamente se pongan en liza en una ocasión. Cosas de nuestro tiempo.
JOAQUÍN GUZMÁN